La inteligencia artificial está demostrando ser una herramienta prometedora en la predicción de desastres naturales y del tiempo. Los actuales incendios sin control en el Mediterráneo, así como las inundaciones en Italia, Alemania y Bélgica, son ejemplos de cómo el cambio climático está aumentando la frecuencia e intensidad de las catástrofes naturales en Europa. Es crucial prevenir estas situaciones para salvar vidas, y la inteligencia artificial se presenta como una solución para mejorar la precisión de las predicciones.
Marta Imperiali, una experta en protección civil que trabaja en el Centro de Coordinación de Respuestas a Emergencias de la Unión Europea en Bruselas, señala que la IA puede permitir “ahorrar minutos” en la predicción de eventos meteorológicos adversos y comunicarlos rápidamente a la población afectada. La emisión de alertas tempranas es especialmente crucial en fenómenos como tsunamis, donde cada minuto cuenta para dar tiempo a la población a reaccionar.
Aunque los sistemas de predicción actuales son precisos, la inteligencia artificial puede ayudar a complementar y mejorar los datos meteorológicos, especialmente en regiones con escasa información, como África. La IA puede llenar esos vacíos y contribuir a una mejor preparación para una eventual asistencia en eventos naturales que afecten a cualquier parte del mundo.
Un modelo de inteligencia artificial destacable en este campo es Pangu-Weather, desarrollado por científicos de la empresa china Huawei. Este modelo puede predecir el tiempo a nivel global con hasta una semana de antelación y ofrece resultados 10,000 veces más rápido que los métodos actuales basados en modelos físicos y matemáticos. Además, ha demostrado tener una precisión comparable a los sistemas tradicionales más avanzados.
El líder del equipo de científicos de Huawei, Tian Qi, considera que su modelo Pangu-Weather puede abrir la puerta para crear un marco de previsión meteorológica de nueva generación, utilizando tecnologías de IA para reforzar los sistemas de predicción existentes. Sin embargo, se enfatiza en que la comunidad de meteorólogos debe evaluar y probar más a fondo este nuevo modelo que utiliza inteligencia artificial para predecir el tiempo, para determinar cómo puede complementar o incluso sustituir los sistemas numéricos convencionales.
En conclusión, la inteligencia artificial muestra un gran potencial para mejorar la predicción de desastres naturales y del tiempo. Si bien los sistemas basados en modelos físicos y matemáticos seguirán siendo relevantes, la IA puede ser una poderosa herramienta complementaria para salvar vidas y mejorar la preparación ante eventos meteorológicos adversos.
