México emplea la técnica de siembra de nubes como medida para inducir lluvias en respuesta a una extrema sequía, que está ocasionando pérdidas en los cultivos y un incremento en los precios de los alimentos.
Esta técnica consiste en esparcir partículas de yoduro de plata en las nubes desde aviones, con el objetivo de estimular artificialmente la formación de lluvias. El proyecto se encuentra en su etapa final, implementándose en 62 municipios mexicanos, y es una práctica que ha sido empleada en más de 50 países, incluyendo a China y Estados Unidos. México, por su parte, ha estado experimentando con la modificación del clima durante unas siete décadas.
No obstante, varios científicos cuestionan la efectividad de esta técnica y señalan que la siembra de nubes no representa una solución definitiva para las sequías en general.
En México, alrededor del 40% del país enfrenta sequía moderada a extrema, según el Servicio Meteorológico Nacional. La siembra de nubes se inició en diciembre de 2020 y ha tenido un impacto positivo según los datos proporcionados por el gobierno. Se informa que su implementación condujo a un aumento del 40% en las precipitaciones durante el año 2021.
Fernando García García y Guillermo Montero Martínez, del grupo de Física de Nubes de la Universidad Nacional Autónoma de México, han subrayado la necesidad de obtener “evidencia sólida” que demuestre que la siembra de nubes efectivamente incrementa la precipitación.
