Antes de la semifinal de la Copa Libertadores entre Palmeiras y Boca Juniors, se han producido una serie de incidentes que han afectado negativamente el ambiente previo al partido. Estos incidentes incluyen actos de brujería, provocaciones graves y homofóbicas.
En las inmediaciones del estadio Allianz Parque, se encontraron muñecos vudú con los colores y símbolos de ambos equipos, lo que se interpreta como un intento de influir en el resultado del partido a través de rituales supersticiosos.
Además, se han registrado actos de racismo y homofobia en las redes sociales, con comentarios discriminatorios dirigidos a jugadores y aficionados de ambos equipos.
También se observó la aparición de sal gruesa en las puertas de acceso al estadio, un gesto que se considera una forma de protección, pero que claramente estaba dirigido contra el equipo de Palmeiras.
En las calles por donde se espera que ingresen los aficionados de Boca, se encontraron pintadas que decían “Fogo nos racistas” (“Fuego contra los racistas”), en referencia a incidentes racistas ocurridos en la Bombonera la semana anterior.
Además de los actos racistas, se han producido manifestaciones homofóbicas, con imágenes ofensivas que involucran a Diego Maradona y Claudio Caniggia, y mensajes desagradables bajo la etiqueta “Boca gay”.
Estos incidentes han generado preocupación y repudio, y demuestran la necesidad de abordar de manera urgente y efectiva temas de discriminación en el fútbol y en la sociedad en general. El deporte debería ser un lugar de unión y respeto, y estos actos van en contra de esos valores fundamentales.
