La Fiscalía General del Estado (FGE) solicitó prisión preventiva para 30 procesados en el Caso Metástasis por presunta delincuencia organizada. Fueron arrestados la madrugada de ayer como parte de una presunta gran trama de corrupción en el sistema judicial, carcelario y policial, producto de la infiltración del narcotráfico.
Durante la audiencia de formulación de cargos contra los 31 detenidos, la institución también pidió la medida de arresto domiciliario para el exjuez de Garantías Penales Ronald G., por ser adulto mayor (según dice la Ley).
Asimismo, que las cuentas de los implicados sean retenidas y la prohibición de enajenar bienes.
Con la presencia de la fiscal general Diana Salazar se instaló la audiencia de formulación de cargos contra una treintena de personas, entre los que destacan el presidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, así como policías, jueces, fiscales y funcionarios del sistema penitenciario.
A raíz del asesinato del capo narco Leandro Norero en el Centro de Rehabilitación Social de Cotopaxi, la investigación de Fiscalía permitió obtener varias evidencias, que incluyen los dispositivos celulares con los que el ya fallecido habría montado su estrategia delictiva para evadir la justicia, con el apoyo de un grupo estructurado para estos fines.
Abogados en libre ejercicio habrían ejecutado acciones para hacer posibles fraudes procesales y pago de sobornos a jueces que conocieron las causas de Leandro Norero y su familia.
El general de Policía en servicio pasivo Pablo Ramírez, quien fue director del sistema nacional penitenciario (SNAI) y posteriormente director de la Unidad Antinarcóticos de la Policía, junto a un ciudadano que se presume operaba como recadero, habrían concedido favores penitenciarios y gestionado la entrega de dinero a favor de Norero.
Además, entre los indicios de la Fiscalía está la evidencia de los 25.000 dólares en efectivo hallados durante el registro realizado en la madrugada a la vivienda de Terán, distribuidos en billetes de 100 y de 20 dólares.
El punto de partida para descubrir esta red de corrupción fue el asesinato del jefe del narco, Leandro Norero Tigua, conocido como el ‘El Patrón‘.
