La presencia del fenómeno de El Niño en Ecuador se declaró el 18 de septiembre, pero en noviembre el Instituto Oceanográfico de la Armada detectó que en el norte del país apareció un fenómeno llamado Anticiclón del Pacífico que son fuertes vientos que hicieron que las aguas cálidas y nubes que generan lluvias se queden entre la frontera de Ecuador con Colombia e impiden su desplazamiento hasta el sur del país.
Ese evento natural frenó a El niño, que ahora es considerado leve o moderado.
“Es importante mencionar que se descarta completamente un evento extremo o fuerte como en 1997”,
Michael Linthon, dir. Oceanografía y Meteorología de la Armada.
Los especialistas que integran el Comité Nacional para el Estudio Regional del Fenómeno de El Niño (Erfen), a cargo del comportamiento del fenómeno, indican que el pronóstico cambió y ahora las precipitaciones con mayor fuerza caerán entre enero y febrero.
“Si en Guayaquil llueve, digamos mil milímetros, en tres meses va a llover 1 500 milímetros de lluvias”,
Franklin Ormaza, oceanógrafo de la Espol.
Por ahora, las provincias amazónicas y del norte de Ecuador son las que están soportando tormentas eléctricas y precipitaciones que han superado los valores normales de lluvias como en Manabí y Esmeraldas.
