En la Bahía de Guayaquil conviven en alerta por secuestros a comerciantes y desazón ante baja concurrencia de clientes

En un caso reciente, un comerciante apareció muerto luego de haber sido víctima de secuestro.
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Un comerciante fue raptado el fin de semana anterior luego de salir de su puesto de trabajo en la Bahía, y a los pocos días apareció su cuerpo en la morgue de la Policía Judicial. Según comerciantes, los secuestradores pedían una alta suma de dinero a los familiares a cambio de liberarlo.

El jueves anterior, otro joven comerciante se vio involucrado en un episodio parecido. Él había tomado un taxi, pero metros adelante fue interceptado por sujetos que lo intentaron subir a otro automóvil para llevárselo en contra de su voluntad.

A la fuerza, el hombre logró zafarse de los captadores y se puso a buen recaudo, aunque con varios golpes en la cabeza.

“Vivir aquí es vivir en tensión, nos toca venir por el sustento diario”, relató Eliécer Sala, coordinador del Frente Único de Comerciantes Autónomos de la Bahía, que agrupa a más de 2.000 trabajadores.

En medio de estos eventos recientes, pese a la vigencia del estado de excepción y conflicto interno armado, varios comerciantes se mantienen en zozobra por el complejo escenario de seguridad al que se enfrentan en sus actividades.

“Estamos con los nervios de punta, no tenemos seguridad”, expuso Sala. En nombre de sus compañeros, él dijo que se mantienen dolidos por los episodios vividos.

A este escenario se suma la baja en ventas que golpea al sector entre el 40 % y 60 %. Aquello les produce desazón por la difícil situación que atraviesan.

Entre los comerciantes sugirieron que se implementen patrullajes de policías y militares continuos a pie y además que se coordine con los comerciantes para aportar con su ayuda e información sobre cómo enfrentar a los grupos delictivos.

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Por ahora los comerciantes toman recaudos por cuenta propia. Muchos prefieren abrir pasadas las 09:00 y cerrar con antelación, a las 17:00, cuando antes lo hacían entre las 19:00 y las 20:00. ”A las 18:00 está todo cerrado”, dijeron.

“Estamos con las autoridades, aquí en la noche hay seguridad con guardianes, pero también ellos (fuerzas del orden) que nos ayuden a nosotros”, pidió Sala.

Otro comerciante con más de 20 años en el sector, Johnny Morán, también manifestó su inquietud por la situación complicada. En su caso, él asiste de 08:30 a 09:00 y se retira a las 17:00 en lugar de las 18:30, hora de cierre acostumbrada años atrás.

“Nos sentimos con temor, salir de la casa, estar en el trabajo, tenemos en la cabeza de que estamos inseguros”, dijo el comerciante.

En la Bahía, principal punto de comercio de la urbe, los comerciantes expusieron que en la zona persisten problemas de delincuencia bajo las modalidades de carteristas, escaperos, sacapintas, entre otras.

Morán apuntó que una de las problemáticas en el sector es la presencia de delincuentes que acostumbran a sacar teléfonos celulares de bolsos y carteras de ciudadanos.

“En cuestión de darles todo a las autoridades tampoco ayudaría a resolver, creo que debería haber una coordinación entre federaciones y asociaciones para conversar, hablar y tomar otras medidas para que esto se aminore”, expresó este comerciante.

Él también refirió que la presencia continua de militares con rondas sería beneficioso, como se observó en los primeros días de estado de excepción en pasajes de la Bahía.

“Nos sentimos desprotegidos, pero también tenemos que darnos cuenta de que por la situación de pronto las autoridades están enfocadas en ir tras las bandas”, expuso.

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Por el nivel de delincuencia que afecta a la urbe en ciertos locales prefieren abrir en un horario más tarde, como a las 10:00, puesto que el movimiento es bajo en horas previas y si no hay mucha presencia de personas se tiene temor a ser interceptados por hombres que llegan a robar en motos, contó Eliécer Sala.

La poca concurrencia de usuarios era evidente el miércoles anterior en los pasillos de la calle Eloy Alfaro y Manabí. Incluso, ese día, algunos locales seguían cerrados.

Entre los comerciantes también pidieron que los agentes metropolitanos y patrulleros de Segura EP permanezcan en la zona para control de los escenarios de delincuencia, a fin de dar tranquilidad en las actividades de los 4.300 comerciantes, aproximadamente, que se agrupan en la Bahía.

FUENTE: El Universo

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