La iniciativa A3i de AmCham presenta la hoja de ruta para un sector empresarial con propósito renovado
Activar a las empresas a través de un movimiento alineado al triple impacto —económico, social y ambiental— es el propósito de la Alianza por el Triple Impacto (A3i). Esta iniciativa de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana (AmCham) se presentó el 7 de febrero de 2024 durante el primer encuentro “Alianza por las Buenas Empresas – de las intenciones a las acciones de impacto”, evento apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y la Embajada y Consulado de los Estados Unidos en Ecuador.
Felipe Espinosa, presidente ejecutivo de AmCham, abrió esta jornada de trabajo recapitulando el origen de A3i, un grupo que se activó a partir del 2019 para promover un nuevo modelo de comportamiento empresarial, ante los desafíos locales y globales que hemos enfrentado. “Es el momento de destacar el valor y bienestar que las empresas aportan al país, a todas las personas y al planeta. Podemos lograr un cambio significativo actuando de manera coordinada, con confianza, medición de impacto y un propósito claro y compartido”, ratificó el directivo.
Por su parte, Rocío Velarde, presidenta del Directorio de AmCham, reiteró la intención de esta iniciativa. “Queremos mostrar a nuestros colaboradores, comunidades, consumidores y familias que el comercio de impacto construye un futuro lleno de esperanza. Con el lema “Por las Buenas Empresas para un Ecuador mejor”, reconocemos que ser buenas personas trabajando juntas hacia un mismo propósito es esencial”.
Unos cien participantes, entre ellos, representantes de las entidades aliadas a la iniciativa y miembros de la cámara, se sumaron a este espacio de diálogo, reflexiones y llamados a la acción sobre el propósito transformador de las empresas. Este primer encuentro ocurrió en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), entidad que no solo brindó sus instalaciones, sino que ha sido un aliado clave desde la academia, para desarrollar el primer programa totalmente virtual para la medición de impacto de las empresas, aplicando la metodología de Sistema B, herramienta clave que inicia con su primera cohorte para apoyar a las empresas socias y sus cadenas de valor en su camino hacia el triple impacto.
El encuentro destacó la sinergia entre Ecuador y Estados Unidos en el intercambio de experiencias y mejores prácticas empresariales. Desde Nueva York, por medio virtual, la ponencia principal de Joshua Schulnick, gerente de sostenibilidad de Jet Blue, mostró que industrias como la aviación están enfocando sus acciones en los ejes de sostenibilidad. Esta intervención clave fue gracias al apoyo de la Embajada de EE.UU.
El primer conversatorio, conducido por Saskia Izurieta, de Diálogos Vitales, profundizó en la visión panorámica del sector empresarial frente a los retos y oportunidades para implementar acciones concretas desde las empresas, con un contraste de visiones desde la región, el país y el entorno situacional del Ecuador, a través de los panelistas, Juan Carlos de la Hoz, representante del Banco Interamericano de Desarrollo – BID, Julia Helena Carrillo, presidenta de IPSOS, y Sebastián Hurtado, presidente de Profitas. Los tres aportaron desde su experiencia reflexiones de ánimo optimista para Ecuador sobre el giro del sector empresarial como actor potente en la generación de soluciones de impacto. La necesidad de incentivar la comunicación, ampliar las formas de relacionamiento con los grupos de interés, y los beneficios para los negocios de construir colectivamente una sociedad más incluyente fueron parte de este intercambio.
El segundo conversatorio se enfocó en las experiencias de empresas de sectores en su camino hacia el triple impacto. El diálogo moderado por José Ignacio Morejón, a la cabeza de A3i y director de Sistema B Ecuador, ofreció el testimonio de Pierangela Sierra de Tipti, María Paulina Romo de Grupo Entregas, Fabián Garzón de Produbanco, y Juan Pablo Grijalva de El Ordeño. El espacio reveló los desafíos que cada una de estas empresas enfrentó al aplicar su primera medición de impacto, y como estos indicadores han orientado su hoja de ruta de continua transformación. Además de inspirar a que otras empresas se sumen al nuevo programa de medición, el primer encuentro cerró con una invitación a que la comunidad A3i se active, como parte de la evolución de este sector potente para aportar soluciones.
