El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, ha respondido de manera desafiante a la sentencia del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), que le impuso una multa de $9,660 y una orden de disculparse con la asambleísta Lucía Jaramillo por comentarios considerados violencia política de género. Álvarez, quien llamó a Jaramillo “niña vaga” en una publicación del 16 de julio, se niega a retractarse, argumentando que sus palabras están respaldadas por un informe de Contraloría y que “la vagancia no tiene género”. Además, desafió al TCE al afirmar que prefiere ser destituido antes que disculparse, acusando al gobierno de perseguirlo políticamente y de cerrar sus negocios en represalia a sus “causas justas” por la ciudad.
La sentencia, dictada por el juez Fernando Muñoz el 6 de noviembre, exige que Álvarez no solo elimine su publicación, sino que también tome un curso de sensibilización sobre violencia de género y evite referirse a Jaramillo en adelante. Aunque el fallo puede ser apelado, el alcalde insiste en que no “bajará la voz por decir la verdad” y criticó al TCE y a la Asamblea por “perder tiempo en pendejadas” en lugar de atender los problemas del país.
