Nombre del autor:Red Ecuador

Se ha informado que los presidentes de Ecuador, Guillermo Lasso, y de Surinam, Chan Santokhi, no podrán asistir a la Cumbre de la Amazonía, programada para los días 8 y 9 de agosto en la ciudad de Belém, Brasil, según fuentes oficiales brasileñas. Guillermo Lasso comunicó a las autoridades brasileñas que no podrá acudir al encuentro debido a “razones de política interna”, como se mencionó en una rueda de prensa por la diplomática Gisela Padovan. En el caso de Chan Santokhi, su ausencia se debe a que su país celebra en esas fechas el “Día de la Inmigración Javanesa”, un evento de gran relevancia para Surinam, según explicó Padovan. Por otro lado, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, espera recibir en Belém a los gobernantes de Bolivia, Luis Arce; Colombia, Gustavo Petro; Guyana, Irfaan Ali; y Venezuela, Nicolás Maduro. Además, también se cuenta con la llegada de la mandataria peruana, Dina Boluarte. No obstante, Boluarte está a la espera del aval del Congreso de su país para viajar. Recientemente, solicitó el permiso obligatorio que debe otorgarle el Parlamento para participar en la Cumbre de la Amazonía, y en caso de recibir la aprobación, este sería su primer viaje al exterior como mandataria. La cumbre, que reúne a líderes de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), también ha extendido invitaciones a otros países que poseen bosques tropicales en sus territorios, como Indonesia, República del Congo y República Democrática del Congo. Asimismo, San Vicente y las Granadinas ha sido convocado debido a su posición actual como Presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Las autoridades brasileñas también han llamado a Francia, por su relación con la Guayana Francesa, así como a Alemania y Noruega, contribuyentes del Fondo Amazonía, que apoya proyectos sostenibles en la mayor selva tropical del planeta, aunque aún se desconoce el nivel de su representación en la cumbre. El objetivo de la Cumbre de la Amazonía es discutir los desafíos que enfrenta el bioma y encontrar soluciones conjuntas para frenar el crecimiento de actividades ilícitas en la región, como la deforestación, la minería ilegal y el narcotráfico.